martes, 15 de junio de 2010

-Trabajo en grupo: MENORES EN DESAMPARO-

TRABAJO EN GRUPO. MENORES EN DESAMPARO.

El grupo de trabajo formado por Rocío y por mí, decidió investigar sobre el tema de menores, más concretamente los niños y niñas en situación de desamparo.
Dentro de nuestro Sistema de Bienestar Social y de acuerdo a las políticas europeas y mundiales sobre los derechos del niño, en nuestro país existe un lugar específico para la protección de la infancia más vulnerable, dentro del Sistema de Protección del menor. Las turbias situaciones que rodean a este fenómeno o problema social no son fáciles de descubrir ya que, en ocasiones, se esconden detrás de una máscara de normalidad.

Es obligación de las políticas de infancia prevenir las situaciones que puedan dar origen a malos tratos, incrementar los sistemas que nos permiten detectarlos, aumentar la coordinación entre todas las instituciones responsables, mejorar los procesos de toma de decisiones, atender adecuadamente a los niños y niñas afectados por el problema…
En definitiva, conocer el problema y poner los medios para ayudar a reducir sus consecuencias.

Debido a la ley de protección de datos del menor y a la vulnerabilidad de este colectivo, encontramos bastantes dificultades a la hora de abordar la investigación del tema, no tanto en la recopilación teórica, como sí, en el acceso a los medios institucionales, a los centros específicos, a los profesionales del sector, etc.

Para poder llegar a realizar la entrevista a una profesional tuvieron que pasar cerca de dos meses, pues en primer lugar, realizamos una primera aproximación a las asociaciones que trabajaban con menores en protección, luego investigamos por la web acerca de cuál de ellas se adecuaba más al perfil que buscábamos, porque encontramos todo tipo de centros. Dentro de una misma asociación existían distintos programas que a su vez utilizaban distintos recursos e instrumentos y, para ello se empleaba un centro u otro para trabajar, bien podía ser un CAI, un centro de acogida inmediata, una casa o vivienda tutelada.
Pues bien, tras llamar muchas veces por teléfono y derivarnos a un centro y a otro, tras recorrernos toda Sevilla capital con las guías amarillas y con los mapas en busca de las sedes de las asociaciones y, tras suplicar en la puerta de CAI Toribio Velasco que alguien
nos atendiese, conseguimos por fin, para un mes más tarde, una entrevista con una Trabajadora Social del centro, quién nos atendió estupendamente.

Fruto de todo el trabajo que realizamos durante el primer y segundo cuatrimestre sobre este colectivo se me ocurre reflejar ciertas conclusiones que no querría que pasasen de desapercibidas;
…. la responsabilidad de trabajar con esta población en situación de riesgo o desprotección no puede recaer en una única institución, es un tema que compete a toda la sociedad, a todos y cada uno de nosotros. Jugando un papel especial los profesionales que trabajan día a día en los diferentes ámbitos en los que se desarrolla la vida de los niños y niñas.
Por ello, debemos unir esfuerzos para dar las respuestas adecuadas y, en definitiva, ayudar a mejorar la calidad de vida de todos los niños y niñas afectados por este problema.
Aunque en el futuro como profesional, con este colectivo tan vulnerable, sea complicado pues, a menudo, oímos comentarios del tipo; “eso es muy duro”, “para eso cualquiera no vale”; se que habrá momentos muy difíciles por la gravedad de los asuntos a tratar pero también sé y quiero creer que el trabajo con esta población puede llegar a ser realmente gratificante. Como bien expresaba la Trabajadora Social en la entrevista hay momentos en los que te derrumbas y te indignas ante los casos que se presentan “bebe con mordeduras de rata o niño con quemaduras de cigarrillo” pero también hay otros muchos momentos en los que te sientes realizada y orgullosa como es el caso que cuenta la profesional cuando un antiguo usuario, ahora mayor de edad, se acercó al centro a saludarla, acompañado de su novia, muy orgulloso el joven de haber estado en ese centro, pues recordaba buenos momentos con los cuidadores y profesionales y con los compañeros/amigos del centro.

De algún modo, me temo que en esta profesión, en muchas ocasiones habrá que enfrentarse ante las situaciones de una población en situación o en riesgo de exclusión social y se verá lo peor de la humanidad, pero también confío en que trabajaré con lo mejor de ella, con la infancia, en cuyas manos reside el futuro de nuestra sociedad.

Como reflexión dejo escrita la siguiente cita:

“Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van”

José Ingenieros (1877-1925) Filósofo y psicólogo argentino.

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