miércoles, 16 de junio de 2010

El Bola



El Bola es una película que refleja el crudo día a día de un chaval de 12 años. Tal y como aparece en una escena rodada en la ferretería del padre del protagonista, una clienta dice algo así: y estos jóvenes, quien daría por estar en su pellejo sin preocupaciones ni problemas de ningún tipo… Lo que no sabía esa vecina era que se estaba precipitando en su juicio y que Pablo, el hijo del ferretero del barrio era atormentado cada día por los malos tratos que sus padres les infringían, Y sí, digo padres en plural porque tanto el padre que le humillaba y le maltrataba físicamente como la madre permisiva e indulgente que no le paraba los pies a su marido ante las barbaridades que hacía a su hijo, son igualmente responsables de esa situación de desprotección que sufre Pablo y que le acarrea grandes consecuencias.
La situación familiar que vive Pablo y, que oculta avergonzado, le incapacita para relacionarse y comunicarse con otros chicos. La llegada de un nuevo compañero al colegio, con quien descubre la amistad, y la posibilidad que ello le brinda de conocer una realidad familiar distinta por completo, le da las fuerzas necesaria para aceptar y finalmente ser capaz de enfrentarse a la suya.


El padre de Pablo es un hombre serio y poco cariñoso con su familia. Puede ser debido al fallecimiento de su primer hijo, ya que a Pablo siempre lo compara con él. Controla mucho a su hijo, le prohíbe que hable con Alfredo y su familia, le obliga a trabajar en la ferretería, no muestra afecto por este, pegándole cada dos por tres, por todo esto podemos decir que el padre de pablo es un padre autoritario. Su madre, en cambio, no le pega ni le regaña pero tampoco evita que su marido pegue a su hijo.

El padre de Alfredo, en cambio es un hombre simpático, cariñoso con su familia, extrovertido, o sea, todo lo contrario al padre de Pablo. Le da a su hijo bastante libertad, pero siempre dentro de unos límites y normas que ha de cumplir. Habla con su hijo y le explica el por qué de las normas y de lo que ocurre a su alrededor, teniendo en cuenta también el punto de vista de su hijo. Por ejemplo, cuando la policía detiene a Pablo y Alfredo por estar en las vías, no les castiga directamente, sino que habla con ellos para hacerles ver que no está bien lo que han hecho y el daño que les pueden causar a los demás.

En la familia de Pablo la existencia de vínculos afectivos positivos son prácticamente inexistentes. Con su madre tiene un apego inseguro, ya que aunque con la madre siempre hay una relación de apego especial y esta le quiere mucho, Pablo no se encuentra seguro con ella porque nunca interviene para que su padre no le pegue. A su Padre, Pablo le odio e incluso llega a desear que se muera. Debido a estas relaciones tan conflictivas dentro del círculo familiar, la personalidad de Pablo es complicada, es un chico inseguro, introvertido, con pocas relaciones sociales e incluso conflictivo. Las peleas e insultos con sus amigos son un reflejo de lo que él vive en su casa.
Sin embargo, con la familia de Alfredo se siente seguro y deposita toda su confianza en ellos. Esto lo vemos cuando el padre le pega la última paliza, Pablo sale corriendo a casa de Alfredo y le pide al padre de este que le ayude y que se quede con él, confiando en que no le van a llevar de regreso a su casa. Con lo cual la gran amistad que mantiene con Alfredo y la protección y cariño que siente con la familia de éste supone un punto a nuestro favor, pues supone un factor de protección para Pablo.

Nuestro protagonista es un adolescente, al que los malos tratos a los que es sometido en su casa le han marcado su vida y su personalidad. Como consecuencia de su “problema” no tiene amigos en los que poder confiar y hablar, solamente compañeros, no tiene habilidades sociales, es introvertido, y además siempre utiliza la violencia para arreglar los problemas que surgen con sus compañeros. Esta situación tan delicada representa un gran factor de riesgo para Pablo pues podría caer en un futuro en conductas delictivas o bien podría caer en una fuerte depresión con lo que eso le conllevaría por no hablar del peligro de su integridad física.

Todo y gracias a la llegada de Alfredo y su familia, su situación y él comienzan a cambiar, por fin se atreve a hablar de su “problema”, hace un amigo íntimo y conoce lo que es una verdadera familia, en la que no existe violencia de ningún tipo y en la que es aceptado y querido.
Es difícil determinar unos objetivos de intervención con este menor, pues depende de las líneas de actuación a seguir. En mi opinión recuperar la relación entre padre e hijo es complicado pero más aún inviable es, cuando Pablo reniega de su Padre después del dolor físico y psicológico que ha sufrido.Aunque en la intervención con menores en desamparo uno de los primeros objetivos que se establece es la reunificación familiar yo creo que en este caso lo mejor sería ingresar a Pablo en casa tutelada o en un C.A.I. provisionalmente hasta que se encuentre preparado para dar el siguiente paso, entre en el proceso de acogido o adopción. Quién sabe a lo mejor en un futuro Pablo podría ser cogido por la Familia de Alfredo.

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