miércoles, 16 de junio de 2010


FÚTBOL: DEPORTE DE MASAS U OBRA DE TEATRO: ARTE/CULTURA ¿?



El domingo 16 de Mayo tuvo lugar en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, la obra “DRÖPPO” de Juan Dolores Caballero
Lo sentí enormemente, pero en una tarde de domingo tan bonita y soleada como esa, me indignaba tener que ir a ver con toda la peña el pu….. fútbol. Así que me arranque con mi cuñada y aceptamos unas invitaciones al teatro. No sabía de qué iba la obra, sólo que era de humor, pero seguro que me lo pasaría mejor que en un bar goleando las jugadas de unos futbolistas que cobran una pasta gansa por ir corriendo detrás de un balón y meterlo de vez en cuando en una red situada al fondo del campo de juego (portería). Si hay algo que más detesto es el deporte de masas, así que nada mientras unos cuantos pasan su tiempo dejándose la voz en gritar en el estadio a los jugadores o en cagarse en la madre del árbitro yo prefiero andar en lo mío.

La obra fue un tanto atípica pues los actores hablaban un lenguaje absurdo, tal vez una mezcla de francés, inglés, alemán, pero por otra parte la obra tenía su sentido.

Los componentes del Teatro Veldor inventan un idioma para transitar por una serie de situaciones dotadas de un poderoso humorismo que entronca con Chaplin y Beckett.

A lo largo de la obra se presencia un día en la vida de un grupo de emigrantes en una ciudad cualquiera. Se les ve habitar hacinados entre trastos inútiles, persiguiendo el sueño de alcanzar una vida mejor en el mundo desarrollado. Los personajes de esta casa-habitación que se escenifica a lo largo de toda la obra son apátridas solitarios y soñolientos, de edad inverosímil, ni viejos ni jóvenes o, a veces, demasiados ajados o demasiado tiernos. Sin comunicación, autistas por deformación y artistas solícitos en sus quehaceres y, sin embargo, de pronto pueden caer en la cuenta, de que están vivos. Sobrellevan sus frustraciones agarrándose a las rutinas del día a día y al humor como filosofía de la vida. Ellos, los que no tienen nada, nos recuerdan que para sentir la alegría de vivir sólo hace falta querer sentirla, y es que la risa aún es gratis

No hay comentarios:

Publicar un comentario